El filósofo español Fernando Savater, a fines del siglo XX ha expresado algunas de sus percepciones acerca de El arte de vivir:
La crisis de autoridad…
“La crisis de autoridad consiste en que al niño se le permite todo hasta que tiene 16 años y empieza a hacer tal cantidad de burradas que el padre desempolva su autoridad. Y es ahí cuando fracasa. Porque conviene recordar que la palabra autoridad proviene de augeo, es decir, lo que hace crecer, lo que ayuda a superarnos, y evidentemente es necesario crecer desde el principio. Por eso, si al hijo lo dejas a sus anchas te encuentras con que a los 16 años te viene con un martillo, una calavera y cuatro cruces gamadas en el pecho. Entonces intentas ponerte como una fiera para imponer tu autoridad y el enfrentamiento es inevitable. Es una labor de largo aliento la paternidad.
Los profesores…
Eso es como los profesores que dicen que con los alumnos no se puede. Con lo que no se puede es con los tigres de Bengala. Se puede mientras seas una persona razonable que no esté imponiendo lo absurdo, y cuanto más pequeños son con mayor razón. Y con el tiempo, sin necesidad de estar con una vara en la mano, tú puedes tener una cierta autoridad, auque lo que hace falta es que primero tengas también una autoridad sobre ti mismo…”
Los padres…
“El padre que aparece como el representante de la molestia, del enfado y de la frustración ante la vida, sin infundir nunca esa sensación de gozo, de ingenuidad, de sentirse bien, de amor a la vida y a las cosas, que es lo que engendra también la estima y el amor a los demás, nunca será un buen padre. De ese modo se va creando la figura del frustrado, que por otro lado encuentra muy poca ayuda en sociedades como la nuestra.”
Algo semejante sucede con algunos profesores.
No es tan probable que así sea con los maestros de vocación…
(Amigo lector; hermano-compañero…
¿Qué opinas?
Será grato leer tu respuesta, seguir dialogando…)
Nidia Orbea de Fontanini.