Vuelos desde “El Patio” de Chiquita Nessier.
Vuelos desde “El Patio” de Chiquita Nessier…
María del Carmen Villaverde de Nessier desarrolla desde 1973 una continua labor de difusión de literatura “infantil y juvenil”, en tiempos del subsecretario Dr. Casco. Fue pionera al organizar la Feria del Libro Infantil que se desarrollaba durante días en la capital santafesina auspiciada por la Subsecretaría con apoyo de editoriales, asociaciones intermedias y escritores, pintores, músicos…
Logró el reconocimiento de la Sección y luego Departamento de Literatura Infantil y Juvenil que condujo hasta su jubilación.
Impulsó la fundación de la filial Santa Fe de la Asociación Argentina de Lectura, que se concretó durante una reunión en el Club Kimberley con presencia de Miguel Ángel Zanelli, la talentosa maestra y educadora por el arte Gladys Senn de Cello; Nilda Ferrando… desarrollando sucesivos programas en el contexto de lo programado por la comisión central de esa AAL y tras oportunas gestiones comenzó a estructurar el CEDOC-LI (Centro de Documentación de Literatura) que continúa actualizando desde su hogar, trabajando incluso en el Taller “El Patio” en calle 1º de Mayo 1159 de Santa Fe de la Vera Cruz.
Invitada por el Servicio de Educación por el Arte, desde la presentación del portal que es “Un lugar para el sosiego y el asombro” en noviembre de 2004, se ha integrado en diversas actividades y el 29 de septiembre de 2006, recibió la propuesta “NOVIEMBRE: MES DE LAS ARTES Y DE LA SOBERANÍA” – SEMANA Y DÍA DE LOS PÁJAROS – HOMENAJE A GASTÓN GORI”, adhiriendo de inmediato.
El 31 de octubre envió algunos trabajos para imprimir en el CD que el citado servicio donará a bibliotecas y escuelas participantes. Aquí, la reiteración:
Coplitas infantiles
Formemos una ronda
vengan todos a cantar
libremente los pájaros
alegran mi despertar.
……………………..
Qué placer
verlos planear
y elevarse hasta el cielo…
picotean aquí y allá.
Escondidos en las flores
mojándose en el rocío
van buscando su alimento
para llevar a sus nidos.
…………………………..
María del Tránsito Gómez de Fuga.
Eran dos alas
Era un pájaro errante…
Se metía en el viaje silencioso
de una onda de aire azul
rozando apenas el dibujo de un sueño,
casi sobre las nubes
humedeciéndose las alas
entre las incontables burbujas luminosas
de la niebla fragante.
Eran dos alas
apenas
en el aire.
Se zambullían en los giros gigantes
de las ondas
¡Planeaban…!
Sí, planeaban
en un vuelo sin barreras,
¡largo…!,
¡INAGOTABLE!
Estallaban en rojo
sus plumajes.
Ahora eran más,
eran cien pájaros
rodando por el aire.
Sus alas se extendían…
se extendían…
eran arpegios de la tarde.
¡VO… LA… BAN!
Yo también era un pájaro
en el aire.
María del Carmen Villaverde de Nessier
(De “50 Poemas”. Edición UNL.)
El tero
Aquí cerca nomás
cantaba un tero
enamorándose de la mañana
y era un duende
la luna que se iba
dormida en el sorgal
cuando aclaraba.
El tero no callaba,
de buen armado copete
y de gris toda su capa
llenaba con su teru u u u…
toda el alba.
Teru… teruuu… teruuu…
Teru… teru… teru…
mientras la música naranja
de la creación
iba tiñendo la mañana.
María de Carmen Villaverde de Nessier
(De “50 Poemas” Edic. UNL.)
Expresó Chiquita mediante un correo electrónico: “El cuento adjuntado pertenece al libro ‘Bichos y Dichos’ de Editorial Ameghino.”
(Agrego: Domingo 12 de noviembre de 2006, mediodía.
Chiquita habló para invitar al acto que se realizará el miércoles 22 a las 20, en el Colegio de Escribanos de Santa Fe, para entregarle un premio del “Club Argentino de Servicios”. Le reiteré los títulos de los cuatro trabajos que había recibido por su intermedio para incluir en el CD “HOMENAJE A GASTÓN GORI ¡el Patriarca de los Pájaros! y que son enunciados en el índice. Le expresé que había intentado por otros medios lograr el envío de más trabajos de participantes en su taller de Literatura sin obtener más poemas o narraciones. Indicó la dirección de su página en internet. Ver www.mariadelcarmenvillaverde.blogspot.com
Leí esa página iniciada el 06-10-2006 y que incluye breve referencia a la autora en torno a .)
Aquí, algunos vuelos desde El Patio de Chiquita Nessier…
Paco Terú-Teru
Era septiembre y el sol había empezado a ser más calentito. Mamá Coqueta y papá Terú casi no se alejaban del nido que habían preparado cerca de Los Aromos, en el tupido pajonal que daba al este, con palitos y pastitos secos.
-Me voy Coqueta, no te alejes más de dos pasos del nido; en un suspiro estoy de vuelta y con el pico lleno, dijo Terú.
-Y una lombricita para mí, agregó Coqueta estirando mimosa su cabecita gris.
-¡Teruúúú…!, Terúúú…, úúú…!, gritó Terú, alejándose en un primer vuelo rasante contemplando en círculo la pequeña construcción que estaban preparando para sus hijos… Los cálidos días de septiembre, llenos de olor a pasto fresco, prendían lucecitas amarillas y rojas en los aromos y los ceibos gorriones parlanchines iban de aquí para allá llevando y trayendo las noticias del lugar. Coqueta seguía poniendo pajitas y palitos en el nido. Se alejaba volando en rueda, gritaba apenas, regresaba, volvía a alejarse…; inquieto y elegante no podía dejar de andar.
-Ya estoy aquí…, dijo Terú… ¡Qué alegría!
Coqueta fue poniendo entonces los huevos en el círculo amoroso del nido recién terminado. Cuatro hermosos huevitos con forma de pera y manchados con pintas negras y grises que recibieron de inmediato el calor de las plumas de mamá mientras soñaba “sueñitos” en colores rodeada de sus nuevos hijos allí en el pastizal.
Los dieciocho días en el nido se hacían al final interminables…
-¡Ay, Terú!, no veo las horas de sentirlos y acunarlos.
Papá Terú no se alejaba ya de su esposa; se iba apenas los ratitos necesarios para buscar bichitos en el charco de la vuelta y volvía “más rápido que un suspiro”. Derecho, serio, alargaba su cogote estudiando las distancias asegurándose de que no se acercaran Anastasia Culebra y su prole, siempre enterada por los gorriones de las novedades.
El dieciséis de septiembre, a la siesta y con un sol brillante, nací yo, Paco, mirándolo todo con mis ojos grandes y, ante el asombro de mamá, me puse enseguida a caminar, “MÁS VALE LENTO Y SEGURO QUE APURADO Y OSCURO”, tambaleándome un poco sobre mis patitas largas.
Papá Terú abrazó a Coqueta cantando y cantando sin parar. Al ratito nacieron mis hermanos y con mamá tuvimos que alejarnos, mudando el nido, porque unos ruidos extraños nos alertaron del peligro que corríamos allí, cerquita de la cueva de la culebra que mi papá no había notado.
-Qué hermoso fue para mi descubrir los colores, el pasto verde, los aromos amarillos, las patas rojas de mamá y el chaleco elegante de papá en un negro reluciente y señorial.
-A mí, como les dije, me bautizaron Paco y a mis hermanos: Pancho, María y Nicolás. ¡Qué fiesta la del bautismo! Catalina Chicharra y su familia animaron la reunión con canciones de cuna y de las otras, mientras los gorriones seguían repartiendo tarjetitas de comunicación de ese importante acontecimiento, por todos los rincones del campo. Yo también quise cantar, canté esta poesía para mamá que ya me había dado las primeras lecciones de alarma en todos los tonos de la escala teral:
Coqueta, Coqueta,
no sabés mamá
cuántas lombricitas
quisiera juntar
y ponerlas todas en tu delantal.
Abuelito Uúúú, que recién llegaba, me vino a abrazar y una canasta de bichitos sabrosos le entregó a papá.
Al anochecer, muy cansados “ECHAMOS UN SUEÑITO” bien largo y sin molestar demasiado, algunos “berrinchitos” nada más. Por la mañana, “DESPUNTANDO APENAS EL ALBA”, comencé a caminar alargando el cogote, como mi papá y queriendo abarcarlo todo con mis grandes ojos rojos… Lo que más me gustaba era alejarme del nido, recorrer el lugar y unirme al vuelo de los caranchos contemplando el campo desde arriba mientras sentía la caricia del viento en mi cabeza, en mis alas… en todo el cuerpo.
Mamá siempre me decía:
-Paco, no te alejes demasiado, volá siempre con hermanos…
Yo le daba un besito con ruido y volvía a volar… ¡Volar…! volar…! ¡qué maravilla…!
-Teru! Terú! Terú…! Terú! ¡Teruuuuuúú…!
Con el… Teru, terú…! despertaba a mis primos y los llevaba conmigo a recorrer los charcos del lugar.. Un gallito del agua un día me invitó a bajar… Mmmmm…!, qué tentación… Bajar… y ahí nomás me lancé en un vuelo rápido. En el charco junté algunas lombrices y enseguida se las llevé a mamá pero, cuando llegué al lugar no estaban, ni ella, ni mi papá, ni mis hermanos, no sabía qué hacer… Por primera vez sentí miedo, estiré muchas veces mi cogote alargando la mirada por todo el campo… Tal vez por el calor que hacía a esa hora se habían ido al charco de la vuelta… Volé sin dudar temblando un poco por no saber si los volvería a encontrar… Pero…, apenas crucé el bosquecito de los aromos los vi a todos en el charco. Velozmente llegué junto a mamá y me puse a llorar. Lloraba y reía y estaba tan contento… ¡Mamá…!, ¡Mamá…!
Papá Terú me preguntó enseguida si volvería con ellos a la tarde hasta el algarrobal. No dudé ni un minuto… ¡Sííí… papá!, sólo cuando sea grande me volveré a alejar.
Esa noche mamá Coqueta nos contó un cuento largo de nunca acabar.
María del Carmen Villaverde de Nessier
Julio Toledo es uno de los participantes en el Taller “El Patio” que conduce Chiquita, y le propuse que se comunicara con los incluidos en la nómina que ella envió por correo electrónico, para que si tenían los textos del libro editado por ese grupo en documentos de computación los enviara.
Es el primer día de noviembre de 2006 y aquí, lo recibido desde entonces hasta el momento de grabar este CD dedicado a ¡El Patriarca de los Pájaros! en el día de su nacimiento, 17 de noviembre de 1915 y al evocar su Último Vuelo, el 17 de noviembre de 2004.