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Oscar Ángel Agú y su escritura…

Oscar Ángel Agú y su escritura.

Algunas publicaciones:

Poemas ilustrados.

Cuándo se comienza a escribir?.

1989: “Paisajes de luz”.

Más Poesía.

Ecos tras la “bandada”.

Oscar Ángel Agú y su escritura…

Oscar Ángel más conocido como Cacho Agú, reside en la capital de la provincia de Santa Fe.  Profesor de Filosofía egresado de la Universidad Católica de Santa Fe.

Casado con Zulema Saus. ¡Mujer!… educadora, amante del “buen cine y de la Música Clásica, que vive y vibra junto a “un esposo muy compañero, dos hijos muy queridos y dos nietos hermosos.”

Algunas publicaciones:

  • 1977: su primer libro, compartido con Carlos López González, titulado El encuentro.
  • 1985: segundo poemario: Desde el Parque.

(Leo una dedicatoria manuscrita: “A mi amiga Nidia. Cacho. 2-X-85.

  • 1985: integró Antología Poética (edición “Ronda Literaria”, Lomas de Zamora, Buenos Aires.)
  • 1986: como edición del autor y de obsequio, publica “Cadencias”-
  • 2005: En Bandada – Antología –Ilustración de Tapa: Zulma Molaro – Arte digital, paisaje costero con aves en vuelo… (Edición impulsada junto al poeta santafesino Horacio C. Rossi, poetas y narradores María Amelia Schaller y Sebastián Quiróz de Esperanza.  Presentada en un acto que reunió en La Casa del Sur de la capital santafesina, a artistas plásticos que exhibieron sus obras y a escritores de diversas localidades, finalizando con interpretaciones de música latinoamericana.)

 

Poemas ilustrados

Oscar Ángel Agú participó en distintos salones de poesía ilustrada.

El lunes 16 de diciembre de 1985 a las 18:30 en el “hall del Correo Central – Mendoza 2430 – Empresa Nacional de Correos y Telégrafos – Distrito 5º Santa Fe” presentaron la Muestra de Poemas Ilustrados – Grupo Orión y Grupo Diez.

En el primero mencionado, los escritores: Alba Yobe de Ábalo, Oreste Abiatte, Oscar Agú, Ladia Banthar, Teresa Guzzonato, Estelia Soto Jourdán, Marta Russo.

El “Grupo Diez (Plásticos) integrado por Rita Cevallo, Oscar Díaz, Teresita Eguiguren, Cristina Longoni, Ana María Paris, Alberto Passarelli, Nidia Ruscitti, Nancy Velásquez.

 

Oscar Agú ha sido asiduo colaborador en las revistas Tierras Planas de Ceres (departamento San Cristóbal, Santa Fe), dirigida por Sonia de Catela y en  Ronda Literaria editada por  el poeta Augusto Zorreguieta de Lomas de Zamora.

Responsable de la sección Literarias de la Revista Banco Club, órgano de difusión del Club de Empleados del Banco Provincial de Santa Fe.

Presidió la Sociedad Argentina de Escritores, filial Santa Fe.  Co-opera con diversas asociaciones intermedias en programas de difusión y promoción cultural.

 

-o-o-o-

 

Es grato cuando los amigos se acercan a la Cofradía de los Duendes con más palabras para compartir.

Cacho Agú, sorprende con su presencia, su conversación  amena y suele dejar algunas señales en páginas voladoras.

Aquí, la reiteración de una casi original, escrita a máquina y con sus señales con bolígrafo durante la relectura…

Cuándo se comienza a escribir?

Ya sea para uno, o para otros o porque sí nomás, como hicieron muchos.  Y de pronto son escritos válidos, como ocurrió con  F. Kafka que tuvo la suerte de tener un amigo infiel a quien él había confiado sus escritos con la idea de que no sean publicados. Qué amigo!, se los publicó a todos. (1)

Es probable que la pregunta enunciada tenga tantas respuestas como escritores. Algunos plantearán los años juveniles y las aventuras que se originan con esa edad como motivación para escribir; otros, que la edad madura porque ya se sabe qué es lo que quiere y cómo se quiere.  Quizás uno nos diga que descubrió su capacidad en la última etapa de su vida y se dedicó con fervor a ello para que las nuevas generaciones no se lleven por delante las mismas paredes que él.

Cualquier respuesta que se dé no invalida a otra posible; lo que importa es, de una u otra manera, que todos van a manifestar la necesidad de expresar sus puntos de vista, su mundo interior, el cómo lo impacta la realidad sin convertirse, por ello, en un personaje importante.

El que se aboca a la tarea de escribir (que no es un pasatiempo) es un ser humano más que transita con todos este mundo.  Y lo transita con sus contradicciones a cuestas, con sus angustias, sus dolores, sus alegrías, sus pasiones.  El escritor hace, también, cola para pagar sus impuestos.

De todas maneras, más allá de una o varias respuestas, el hecho cierto es que hay personas que escriben.  Y no son pocas.  Pese al utilitarismo en el cual estamos embarcados que nos lleva enseguida a la pregunta: Y ESO, PARA QUÉ SIRVE?

A la pregunta cuándo se comienza a escribir, se suman otras, como las que acabo de mencionar.  Me voy a quedar con dos que formulo ahora:

qué método utilizo o cómo hago para escribir? y

qué escribo?

 

EMPECEMOS POR EL MÉTODO

 

Es muy simple.  Si me gusta un deporte y deseo hacerlo como ciertos deportistas, lo practico. A ello se suma una cierta predisposición natural (física y mental) y cultural, que con la práctica me dará resultados cada vez más satisfactorios.  Para escribir, debo hacer lo mismo: sentarme a escribir.  No es un secreto a media voz o que se anida en lo más oculto.

Ese deseo puede estar acompañado, llamémoslo, de “técnicas auxiliares”:

  • LECTURA (no temamos leer los “monstruos”.  No son tales, son seres humanos con un genio muy particular que supieron aprovechar);
  • CONSULTAR con profesores o en bibliotecas o con algún escritor para irse orientando en la lectura;
  • ASISTIR a grupos literarios (siempre y cuando uno se sienta cómodo, es feo trabajar incómodo.  Además, que no sea una condición para);
  • ESCRIBIR, anotar, apuntar todo aquello que sugiere o motiva.  Lo puedo hacer en un cuaderno hasta en una servilleta de papel;
  • SER libre (es fundamental), libre interiormente aunque las condiciones externas intenten desmentirlo;
  • EL MÉTODO lo creo a partir de mí mismo.  El método soy yo.

 

La otra pregunta ligada a la anterior, es QUÉ ESCRIBO?

 

Hay que aprender a ser versátil, aunque se tenga siempre una inclinación, un corazoncito especial hacia algún género.

Puedo hacer narrativa.  En ella se nos abre un amplio abanico.  Me puede interesar el género histórico, no necesariamente la investigación histórica, sino la recreación de una época.  Para ello debo recurrir a la información adecuada y hacerme contemporáneo al momento donde deseo desarrollar los hechos.  De allí puede surgir una novela, un cuento, una obra de teatro.

Puede gustarme el ensayo, lo que significa, también, una intensa investigación.  No puedo escribir sobre un determinado tema si no conozco aquello que me va a permitir armar el escrito.

Puedo, acaso, escribir sobre aspectos de la música nacional contemporánea si no conozco a los hacedores de la misma?  (léase L. Gieco, Pedro Aznar, Sixto Palavecino, Vitale, Soda Stéreo, Piazzola…).

Quizás me incline a la POESÍA.   Y ¡OJO!, no se trata simplemente de escribir lo que uno siente, sino de escribirlo con belleza aunque se estén rompiendo las formas convencionales aceptadas (como lo hizo RUBÉN DARÍO (2) o el peruano CÉSAR VALLEJO (3)

Ocurre que la poesía nos parece lo más fácil.  Me gusta alguien y le hago una poesía de amor, como podría haberle hecho una carta o una guiñada.  Pero la cuestión es que la poesía tenga musicalidad interna y la transmita, sin caer en los lugares comunes y sin hablar de lo cotidiano de una manera nueva.

QUÉ IMPORTA DE TODO ESTO?:

Hacer con gusto y alegría aquello que se está haciendo, sabedor de que uno está constantemente aprendiendo algo nuevo.  Cada día es una nueva ventana a la vida, hay que respirarlo profundamente y aprender de él.  Puede llegar el momento en que uno diga: pero, qué escribo hoy?  Dice RILKE en “Cartas a un joven poeta”: nos queda la niñez, hablemos de ella (sería bueno leer esas cartas, guste o no de escribir)

 

(1) KAFKA, Franz – Checoeslovaco – 1883-1924.

               Sus obras más conocidas: El Proceso (1925), El Castillo (1926), América (1927), La Muralla China (1931).  Su amigo MAX BROD, el responsable de las ediciones post morten.

(2) RUBÉN DARÍO – Nicaragüense – 1867-1916.

               Se le atribuye el papel de renovador de la poesía de lengua castellana.  Obras: Prosas Profanas – Cantos de Vida y Esperanza – etc.

(3) CÉSAR VALLEJO – Peruano – 1893-1938.

               Es uno de los poetas más imitados en el ámbito de la lengua española.

               Obras: Trielce; Poemas Humanos, etc.

(4) RILKE, Rainer María – Checoeslovaco – 1875-1926.

               Obras: Elegías de Duino – Secretos de Orfeo, etc.

1989: “Paisajes de luz”

El 13 de septiembre de 1989, celebración del Día del Bibliotecario, en el Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe” -25 de mayo 1908, en la capital santafesina- se desarrolló el acto previsto en el Plan Cultural de ese año, “Programa 4.: Educación Permanente; Subprograma “Encuentro con escritores”, siendo Jefe del Departamento de Relaciones y Promoción Cultural Sr. José Gaitán y Directora-Secretaria de la Comisión Admistradora de ese servicio, quien describe estos hechos.

Los asistentes recibieron una página voladora que en la portada reprodujo la tapa del libro Paisajes de Luz, poemario de Oscar Agú.

Con indicación de páginas, poemas y más claves para meditar…

Las Palabras, en ocasiones, son

apenas reflejos de la luz que me

inunda.

                                                                                             36

Blanco espacio convocante de la palabra.

O bien,

de un sentimiento a compartir,

de una emoción no reiterada,

 de un dolor exhausto,

de un amanecer no nacido,

de un pasado no recordado,

de un poema que nace.

De los pájaros y sus vuelos negados; de los ríos sin cauce o de aquella vejez atravesada de olvidos que espía por la cerradura de un tiempo no comprendido; del salto de un atleta devorando al horizonte con sus piernas o un niño descifrando la coherencia de los adultos.

Es un espacio en blanco…

 y yo con cenizas en mis manos.

37

Siempre, al final del camino, la rosa.

56

 

Convengamos que la poesía es una dura piedra

tamizada de musgos poblados de voces,

de tiempo detenido, aullando quedamente en el corazón del hombre.

Está allí, golpeando, librando una batalla apocalíptica,

opacando lo perverso con sus letanías de siglos,

con sus hombres enarboladores de la rima.

                                                                         19

Más Poesía…

Tú sabes algo de Dios?

                                        Dilo, si es así,

Porque los silencios se anudan lejanos

se hacen infinitos

y me sangran bajo la piel.

Estalló en los cuerpos ya fragmentados

la dura noticia de la bala,

rauda, ciega, fría, compacta,

pintando de rojo los mundos yacientes.

Me arrodillé en silencio junto al polvo de voces,

los elevé al viento en una plegaria

y se dispersaron.

Había un sabor a sueño roto.

Balancea el otoño su aire

su llovizna quieta

su lenta morada.

La ciudad, pesada de muros,

se asfalta bajo los pies

endurece la mirada.

Y ocurre, entonces, lo inesperado

o eso que de pronto está siempre

de puro estar deviniendo los siglos,

los siglos de otoño

golpeando la puerta con mil rostros

desparejos uno

aún inocentes otros, que,

golpean, golpean y golpean

queriendo descarnar no sé que herrumbres

en los viejos barrios.

Es casi un lento sueño de fantasmas,

anónimos,

que a diario piden pan

suben y bajan las calles

se ahondan en las sombras

desparramando su olor a humo.

Y yo aquí con el otoño que balancea

su ciclo

inundando las calles.

DISLATES (IV)

Es una necesidad imperiosa e imprevista la que me lleva a dibujar palabras, casi sin un orden lógico, como si fuesen traviesas demás del aire encaramadas en visiones únicas, para después quebrarlas en el golpeteo de los tipos sobre el papel, casi mágicamente, atrapadas en el vacío blanco y creador.

Se hunden, así, las sensaciones, los sentimientos, las memorias y los olvidos en un inmenso océano de posibilidades que invita a ser navegado por los solitarios, por aquellos que incursionan en lo irreal de lo real.  Y pueden morir en su lecho hondo y sin fin, acuciados de urgencias a plantear, de muertes a morir, de silencios gritados a la nada del tiempo humano.

Entonces es cuando, la música salva a las almas de su letargo.  Las inunda de vibraciones incomparables, la sobrelleva en su alud de armonías recónditas, vagantes del éter cósmico, vaporosa.  Es como ir descubriendo la profundidad atómica, aquello que hace posible a las corpúsculos su copulación, su compactación, su estar ahí en la roca oscura o en la luminosidad de la mariposa y su vuelo.

Es así cuando me urge esa curiosidad de saber la fuerza que me empuja e impulsa, casi frenética.  Y ver, después, cuáles cavidades horadé con mi decir, o bien, cuántas veces más debo insistir en ser cazador de lo inasible para dejar pequeñas señales de su existencia en el paso por la vida.

Pero, ya está.  Retomo la senda del mundo real, la del común denominador, la que se guía por rituales más o menos uniformes, la que nos opaca y obnubila con sus contorsiones de frugalidad y no nos deja encontrarnos con el hechizo de la luz, la que disipa y transparenta.

Al menos, me digo, hoy no he muerto.

 

Del Archivo de la “Cofradía de los Duendes”. (c. 1990)

 

Ecos tras la “bandada”…

De su libro Disolución de los límites, nuestro amigo a perpetuidad Oscar Ángel Agú  seleccionó párrafos relacionados con distintas percepciones y valoraciones:

 

“Los elementos se disuelven en toda su gamada infinitud. Y convergen.  Vocación sin fin que brinda armonía a la danza.  Somos, apenas, una convergencia que se reintegrará.  Una convergencia luminosa.

 

¿Con qué vanidad tonta puedo esgrimir posesión?

He de morir con conciente de que no muero.  No pierdan su tiempo, amigos míos, en llorar.  Saluden a los prados, a las montañas, a los insectos, a los hombres en mi nombre, que es el nombre de ellos.

 

Cuando  este viejo planeta quede flotando inerte en el espacio, se irá lentamente disolviendo y aconteceré en otra galaxia o en algún errabundo cometa.  Seré mineral, viajero del espacio.  Recorreré la casa de los dioses, tal vez sin preguntas, tal vez con todas a cuestas, y no seré yo.  Me habré disuelto infinidad de veces compartiendo mi cuerpo ya visceralmente compartido.

Y la tierra ventral se disolverá y dirá, probablemente, lo mismo que yo ahora.  Y

sabrá que es disolución de otras disoluciones.   Con Amor, infinito Amor.”  [1]

 

Incluido en el CD “Del vivir y vibrar”

SEPA –Servicio de Educación por el Arte.

Nidia A. G. Orbea de Fontanini.

10 de mayo de 2006.

[1] Agú, Oscar Ángel y otros. En bandada. Antología 2005, 1ª ed. Santa Fe.  En la contratapa: “Agradecimientos Especiales – Al Ingeniero Juan Giscafré (Esperanza)  – Al auspicio de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe a través de la Diputada Provincial María Celia Costa.”

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