Más allá de las imaginadas fronteras…

Mientras tanto, la mujer talada intenta tener otro momento de recreación y visita imaginariamente diversos museos europeos.  Consciente de que no podrá llegar hasta el Museo Ruso Estatal de San Petersburgo, se alegra al observar detenidamente la acuarela titulada Mancha negra, que el talentoso Vasili Kandinsky pintó en 1912.

Ella sabía que en el cosmos del arte hay destellos perdurables tras la trayectoria de este artista.

En Alemania en 1905 se había organizado El Puente -primer grupo expresionista que agonizó seis años después- tiempo en que un nuevo grupo surgía en Munich, El jinete azul fundado por Kandinsky y Franz Marc.

Consideraba el revolucionario Vasili -Vassily en otra escritura, que era necesaria una expresión estética más abstracta y buscó las palabras necesarias para definirla: “Hablar de lo recóndito a través de lo recóndito”.

En 1911 difundió una explicación más completa en su libro De lo espiritual en el arte, tantas veces citado por el perseverante periodista-escritor-académico José Luis Víttori en el litoral santafesino y dos años después, en su obra  Pintura como arte puro completó sus conclusiones acerca del abstraccionismo.

Sabido es que las guerras producen verdaderas catástrofes y el comienzo de la denominada primera guerra mundial, terminó con la vida del cofundador de aquel brioso “jinete”  y con Macke, uno de sus miembros.

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea de Fontanini.