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Prof.  Iris Pantanali Palacín de Busso

Sinopsis:  Formación y valores. Profesora de Piano, de Danzas. Ex-Directora del Instituto “Franz Liszt” de Santa Fe de la Vera Cruz. Directora fundadora del CREI – Centro de Recreación Estética Infantil dependiente del Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Santa Fe con sede en la capital provincial.  Miembro de asociaciones no gubernamentales (servicios solidarios).

Conocí a Iris a principios de la década del ’40.  En la actual esquina de 4 de Enero y Eva Perón -ex Catamarca-, en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la Provincia, en la República Argentina, vivía su familia y trabajaban sus padres mientras el aroma a pan recién horneado era el símbolo de la cultura del trabajo: el agricultor cerca del surco sembrando y cosechando; el molinero y quienes transportaban la harina; el hachero que golpe tras golpe había preparado los leños en lejanos montes; el peón que los cargaba y descargaba, el aprendiz que ayudaba en el momento de encender el fuego, el experto que elaboraba la masa con la levadura exacta y esperaba el momento preciso para usar la pala y empujar con cuidado los panes hasta el espacio donde el amasijo se convertía en nutritivo pan.  Su madre, Aurora Palacín colaboraba atendiendo a la clientela y en los momentos libres, dibujaba con la aguja y con nudillos de hilo perlé, algunos racimos de uvas sobre la tela de lino del blanco mantel.  Iris y su hermano Rubén, estudiaban y casi no se los veía por esos lugares aunque la casa que habitaban estaba al lado, hacia el norte.

Iris aprendió música, era pianista, profesora de piano.  Sintió vocación por la danza y se distinguió por su expresividad estética.  Era al mismo tiempo, directora y profesora del Instituto “Franz Lizst”, como sucede aún en las escuelas de personal único…

Ensayaba los compases de Para Elisa cuando debí interrumpir ese aprendizaje.  Recuerdo aún la imagen de Iris en un ángulo de la sala, cerca de la ventana, elaborando el esbozo de algún retrato.  El arte estaba en ella y fluía en cualquiera circunstancia.  Después, el momento del enamoramiento y el acercamiento de Ciro Busso hizo posible otros autodescubrimientos.

La vocación de Iris marcó su rumbo: creó el Centro de Recreación Estética Infantil y allí desarrolló durante años una fecunda labor, promoviendo la educación por el arte de vivir y convivir.  Después, la alegría por los nacimientos de los hijos y las emociones durante el crecimiento.  Décadas después: los nietos.  En el momento preciso: su responsable y amorosa actitud frente a la declinación en la salud de sus padres.

Sincera y solidaria, colabora en asociaciones no gubernamentales.  Coopera con grupos de apoyo a enfermos diabéticos.

Los supervisores de la zona norte de la provincia de Santa Fe, destacaron que “vocacionalmente el dibujo fue su inclinación desde la niñez y sobre todas las expresiones pictóricas la atrajo siempre el retrato, por lo que significa ese mundo misterioso del ser.

Otras disciplinas del arte como la música y la danza la alejaron de la plástica pero hoy, ya jubilada retorna al dibujo y lo practica brindándose en pleno, alternando esa dedicación con las tareas de abuela y ama de casa”.

No he logrado empezar el esbozo de lo que intentaba pudiera ser una semblanza…

Desde el silencio…

en este espacio tiene resonancia la palabra ¡gracias!…

Nidia Orbea de Fontanini. Verano 2004.

 

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